Wednesday, October 12, 2011

Al servicio de la comunidad: Un lamento Jujeño

"La violencia es el último recurso del incompetente"

Isaac Asimov

  La publicidad engañosa es, si se quiere, un problema menor en la sociedad. Es conocimiento común que las gaseosas "dietéticas" no forman parte de una dieta saludable y que La Historia sin Fin termina en un momento dado, pero existen casos en que resulta impactante la diferencia entre discurso y realidad.
  La Policía Federal Argentina tiene por slogan "Al servicio de la comunidad" pero actualmente el operar de las fuerzas invita a cuestionar a qué comunidad se refieren con exactitud. La violencia con que los manifestantes del Acampe Jujeño (de por sí una protesta por abuso policial) fueron expulsados anoche por la PFA demuestra que el rol de las fuerzas de seguridad es defender el sistema (las leyes) y no a la gente a quién estas atañan y protegen. Entonces ¿al servicio de qué comunidad está realmente la policía en estos pagos?


 En este video se muestra cómo un camión hidrante de la policía descarga sobre un grupo de manifestantes sin una provocación o demostración de violencia por parte de los mismos. Es una importante evidencia del operar de la PFA en muchos casos de manifestaciones. Entre manifestantes es algo ya conocido: cuando las cámaras no están, la calle es tierra de nadie. Para lidiar con esta cuestión en los acampes de Wall Street, se creó una fuerza de "Coparazzi", paparazzi que siguen a la policía mientras estos patrullan, fotografiando y filmando todo su accionar.  Ahora ¿por qué es necesaria la presencia de las cámaras para refrenar la violencia entre las fuerzas de policía? Si, como dice el refrán "Eres quien eres cuando nadie te mira", es insólito lo poco que el accionar policial se ve afectado por la presencia del camarógrafo que los captura mientras agreden a miembros de la comunidad al servicio de la cuál se declaran.  Es claro que el accionar policial, por su naturaleza, muchas veces choca con las ideas de quienes debe proteger, pero también es cierto que, en las palabras del humanista Sébastien Châteillon, "matar a un hombre no es defender una doctrina, es matar a un hombre". Amén de que no se hable de muerte en el desalojo del acampe jujeño, la idea sigue siendo clara: las ideas no se pueden defender con violencia.
  Tal vez sería hora de redefinir el concepto de comunidad, no sólo en la Argentina, si no en todo el Mundo.

A los Jujeños:
Acampe Jujeño antes del desalojo
Foto de Anya Extepare

  Es en las ideas que muchas veces encontramos el consuelo que nuestra comunidad se encarga de negarnos,
 por eso me gustaría compartir algunas palabras del poeta argentino Almafuerte con los hombres y mujeres que vieron sus derechos violados y su integridad puesta en jaque. Matar una persona no defiende una doctrina porque son las ideas, y no las personas, las que prevalecen, aún cuando se pueda silenciar a dicha persona.




                                                                         ¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

  
Pedro Bonifacio Palacios, 1907


Antonio Pkast para La Redacción





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